Volar


Cuando todos por fin se marcharon y la abuela apagó la luz de la habitación, se durmió soñando que él también podía volar y que, como su padre, viajaba hasta ese lugar al que llamaban cielo para acurrucarse de nuevo en brazos de su mamá.

1 comentario:

Pugliesino dijo...

Allí están.
Y aquí.

Entrañable