Los 5 mejores libros que he leído en 2016

Me anunciaba Goodreads el otro día que este 2016 había leído 24 libros, un total de 10,914 páginas. Lo cierto es que este año he leído bastante, adquirí la costumbre de llevar el kindle a todas partes y siempre que tenía unos minutos de espera lo sacaba y me ponía a leer. Además, cogí el mal habito de leer mientras camino. Cualquier día me partiré la cabeza contra un poste, pero seguramente será en mitad de alguna novela apasionante. Algo es algo. 

Estos son los mejores libros que leí en 2016. 

1. Trilogía Nacidos de la Bruma, de Brandon Sanderson

Brandon Sanderson ha sido, sin lugar a dudas, el hallazgo de este año. Le conocí con Elantris, que ocuparía un lugar en esta lista si no me hubiera decidido a rematar el año con la trilogía de Nacidos de la Bruma. Aún me queda la mitad del último libro para completarla, pero creo que ya puedo afirmar que es una de las mejores trilogías de Fantasía que he leído. Lo que Sanderson hace es magia pura. La destreza que tiene escribiendo sólo es comparable con su poderosa imaginación y, sobre todo, la capacidad que tiene para sorprender al lector de manera constante. De él nunca leerás lo que esperas, y aún así conseguirá que hasta lo más inesperado te acabe pareciendo de una lógica aplastante. Leí en un prólogo una carta escrita por el propio Sanderson en la que aseguraba que el futuro de la fantasía pasaba por conseguir sorprender al lector adulto, al que lleva toda la vida consumiendo este género y ya tiene demasiado interiorizado el viaje del héroe. Pues él lo consigue, con matrícula de honor. Lo mejor de todo es que, con apenas 40 años y una producción literaria tan amplia, nos queda Sanderson para rato. 

2. Luces de neón, de Jay McInerney

 Soy una apasionada de las librerías de segunda mano. Me encantan los libros de tapas gastadas, con anotaciones en las hojas, con vida... me gusta pensar que hay una historia dentro de la historia que cuentan, la historia de las lecturas que ha vivido ese ejemplar, de lo sitios en los que ha sido abierto, de los ojos que han recorrido sus páginas. Este, en concreto, fue una pequeña joya que encontré en una librería de Madrid. Escrito en segunda persona, uno de los narradores más complicados de encontrar, relata la historia de un yuppie en el Manhattan de los años 80, una suerte de Holden Caulfield adulto, rodeado de drogas y tan perdido por las calles de la ciudad como lo estuvo el guardián entre el centeno. 

3. Clara y la penumbra, de José Carlos Somoza

Algo tendrá Somoza para que, de 24 libros, 3 hayan sido suyos... Y es precisamente lo que descubrí con Clara y la penumbra: una imaginación tan poderosa que es capaz de inventar una realidad completamente nueva y, aún así, convencernos de su verosimilitud. No deja hilo suelto mientras teje esa realidad alternativa en la que todo parece imposible y a la vez tan posible que asusta. Complicado de explicar y, sin embargo, sencillo de leer. Esa, tal vez, es la gran habilidad de Somoza.

4. El juego de Ender, de Orson Scott Card

A día de hoy, sigo sin encontrar explicación al hecho de haber tardado tantos años en animarme a leer este libro. Supongo que mi aversión a los alienígenas y la pereza que me dan las historias que tratan sobre este tema influyeron notablemente para que siempre pasara de largo al ver este título. Craso error. El juego de Ender se ha convertido en uno de mis imprescindibles de Ciencia Ficción, una novela que se lee con la misma facilidad con la que Ender Wiggin se pasa la Escuela de Batalla. 

5. El libro de las ilusiones, Paul Auster

Si he leído un libro de Paul Auster, inevitablemente va a estar en esta lista. En este caso han sido tres, pero es este el que se lleva el puesto de honor. El libro de las ilusiones es una verdadera joya. Una historia dentro de otra historia, pero narrando exactamente lo mismo: la historia de un muerto. Soberbio Auster hilando ambas historias hasta convertirlas en una sola. Un único relato repleto de casualidades y, como suele hacer, de pequeños momentos imposibles que con su prosa consigue hacer tangibles.


Ahora sólo queda esperar a 2017 para ver qué libros me depara... :)


Decisiones


Nadie irá a buscarte si te vas. Si te pierdes, quizás, pregunten por ti. Alguien se acordará de que una vez estuviste en tal o cual lugar y, es posible, hasta se extrañara de no verte por allí. Tu huella será de arena, a la orilla de un mar revuelto, de un oleaje constante. Se perderán los recuerdos, como lágrimas en la lluvia...

Somos la parte frágil de las historias que no nos atrevimos a contar en voz alta. De las que dejamos sin principio para renunciar a un final que ya dolía en su inexistencia. El miedo nos hizo pasar de puntillas por el filo de aquel cuaderno que ya tenía demasiado texto escrito. A trazos gruesos, profundos, marcados.

Nada después de eso. Quizás alguna vez, pudiera pasar, alguien se pregunte qué fue de ti. O trate de recordar por qué letra empezaba tu nombre. Nada que pueda salvarte del olvido. Puede que tampoco importe. Tal vez cuando merezca la pena te decidas a dejar tu huella sobre una calle recién asfaltada.

Quién quiere saber

Qué raro ver mis pies sobre el mismo suelo y sentir que cambiaron hasta los cimientos. A veces dudo cuánto de mí sobrevivió a aquello y cuánto se decidió a nacer de nuevo. Puede que nunca lo sepa.

El reflejo que me devuelve el espejo sigue siendo el mismo. Delatan los pequeños gestos, a veces, a la superviviente. No sé cuánto hubo de suerte, cuánto de esfuerzo, cuánto de valentía. No quiero saberlo. Qué importa ya qué corriente empujó a esta orilla mi barca. Llegué, como un náufrago, resistí y de lo inesperado hice un hogar, de la incertidumbre un presente.

De dónde vine ya apenas recuerdo. Qué lejos quedaron aquellos días, qué ajenos. Como historias contadas a la luz de la hoguera, que se apagan con las primeras luces del alba. Pienso en ella, no en mí. No me reconozco en esa tercera persona que me es ya extraña. Me pregunto si me recordará de la misma manera. Como un personaje ficticio de una historia contada por un narrador anónimo. Qué sé yo ya de entonces, salvo lugares y nombres. Quizás algún detalle, y cada vez menos, cada vez más confusos. No sé si considerarlo una pérdida o una ganancia, ya ves, cómo si eso importara ahora. Ya no, ya qué más da.

Mira mis pies sobre este suelo, que es el mismo, que es completamente diferente y dime, qué importa. Nada. Importa, eso sí, el siguiente paso. De cómo llegué hasta aquí tan sólo la inercia que me llevó a levantarme tras cada caída. Todo lo demás está bien ahí, donde lo fue dejando el tiempo. Cada vez más pequeño, cada vez más ligero. Hasta que al final, quién sabe, quizás se lo termine por llevar un golpe de viento. De un nuevo huracán, de otro naufragio...o de un suspiro, de una carcajada, de un salto. Quién puede saberlo. Quién quiere.

#RetoSci-Fi


El otro día me recordaban en twitter que este año no os había propuesto ningún reto distópico. Realmente la idea nunca pretendió ser un evento anual, pero no seré yo quien diga no a una distopía. Así que aquí lo tenéis, un año más, aunque con algunas modificaciones.

He pensado que, para que no fuese igual que el anterior, este año estaría bien hacer un #RetoSciFi. Para empezar con la lista, el otro día hice un pequeño sondeo en Twitter. La respuesta me desbordó por completo, pero he recopilado los títulos más repetidos para vuestro deleite. Por supuesto, se pueden ir añadiendo nuevas joyas literarias a medida que el reto se vaya expandiendo.

Esta vez no habrá fechas. La idea es que vayamos leyendo las novelas recomendadas y comentándolas vía twitter, utilizando la etiqueta #retoscifi. Así podremos compartir impresiones y recomendaciones de nuestras lecturas sin prisa (pero sin pausa). Os dejo también habilitados los comentarios del blog para tal causa y, cómo no, mi mail.

Y, una vez explicado de qué va esto, empezamos con un pequeño repaso. La pregunta obligatoria, cómo no, es ¿qué es ciencia ficción? Según la definición de Eduardo Gallego y Guillem Sánchez: "La ciencia ficción es un género de narraciones imaginarias que no pueden darse en el mundo que conocemos, debido a una transformación del escenario narrativo, basado en una alteración de coordenadas científicas, espaciales, temporales, sociales o descriptivas, pero de tal modo que lo relatado es aceptable como especulación racional."

Robert A. Heinlein, por su parte, la define como "Especulación realista sobre eventos futuros posibles, sólidamente basado en un conocimiendo adecuado del mundo real, pasado y presente, y en riguroso entendimiento de la naturaleza y significado del método científico".  

Pero no creo que necesitéis definiciones. Todos sabemos lo que es la ciencia ficción. Son esas historias que nos permiten vislumbrar el futuro o un pasado que contradice todo lo que conocemos, que nos trasladan al espacio exterior, que nos muestran lo que se esconde bajo la superficie terrestre o que nos descubren nuevos mundos. Son esas historias que nos hacen soñar con alienígenas, mutantes, robots... personajes imposibles que tienen acceso a rayos láser, máquinas teletrasportadoras, visión de rayos X, que viajan en el tiempo y cuyas comunicaciones superan la velocidad de la luz. Son las historias que nos muestran cómo podría ser nuestra sociedad en un futuro, que nos hacen plantearnos lo que hemos conocido hasta ahora. Las que nos hablan de tecnología, de naves espaciales, de inteligencia artificial, de avances científicos, de la desaparición de la humanidad tal como la conocemos... Son esas historias que ponen a prueba nuestra imaginación, que nos llevan más allá de lo que podríamos haber soñado, de lo que creíamos saber. La mejor definición de ciencia ficción es la sensación que se queda contigo cuando terminas de leer una de estas historias y, durante días, tu mente aún está tratando de regresar a la realidad. Eso es ciencia ficción.

La ciencia ficción engloba tantas cosas y las temáticas a tratar son tan variadas que se ha terminado dividiendo a su vez en subgéneros, que atienden a distintos criterios de clasificación.

Una de las divisiones más frecuentes es la que existe entre ciencia ficción dura (hard sci-fi) y ciencia ficción blanda (soft). La primera hace especial hincapié en la exactitud de los detalles científicos, como suele ser frecuente en la obra de Asimov.  La segunda se centra más en las relaciones y sentimientos de los personajes, dejando la parte científica en segundo plano. Un título representativo de este subgénero sería "Dune". Otra rama de esta clasificación sería la ciencia ficción social, una especulación sobre el desarrollo social de la humanidad, a menudo utilizado como forma de crítica velada a la sociedad actual. Aquí podríamos englobar cualquier distopía, "1984" o "Un mundo feliz" sin ir más lejos.

Si nos adentramos en las temáticas tratadas, los caminos a recorrer se multiplican. Desde la post-apocalíptica, cuyo eje central suele girar en torno al fin de la humanidad, al steampunk, ambientada en la época victoriana pero con inventos tecnológicos ficticios (Verne o Shelley son fuente de inspiración para este subgénero) o al cyberpunk, que presentan futuros distópicos con alta tecnología. Recientemente se ha empezado a popularizar también la temática de la robótica o la Inteligencia Artificial. Los viajes en el tiempo, la colonización espacial, las ucronías y distopías, son otros subgéneros clásicos de la ciencia ficción.

Ahora que ya estamos ubicados, procedo a comentaros los títulos que me habéis recomendado a través de las redes sociales y, por supuesto, alguno de mi propia cosecha (aunque me habéis dejado poco margen de maniobra).

Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne (1864)
Un jeroglífico medieval casi indescifrable puede permanecer luengos siglos durmiendo entre las hojas de un libro viejo. Pero, cuando por azar caiga en manos del audaz profesor Otto Lidenbrock de Hamburgo, desencadenará el viaje más espectacular de todo el siglo XIX. El profesor, su sobrino Axel y el impasible Hans verán mar avillas en el interior del globo, iluminados por una inmóvil luz incomprensible. 

Me ha sorprendido bastante haber recibido apenas un par de menciones de este autor. Personalmente, no podía dejarlo pasar, así que he puesto "Viaje al centro de la tierra" por poner un título y porque fue el primer libro de ciencia ficción que leí. En realidad toda la obra de Verne es magnífica, así que cualquiera de su bibliografía hubiera servido. Cuando pienso, además, en la fecha en la que escribió sus novelas mi admiración aumenta. Qué capacidad de anticipar un futuro que aún estamos por conocer. Cuánta admiración hacia este genio de la palabra. Si no lo conocéis, que lo dudo, ya estáis tardando.

Cita con Rama, de Arthur C. Clarke (1973)
Después del impacto de un enorme asteroide que destruye Padua y Verona, se crea en la un sofisticado sistema de detectar la trayectoria de cualquier objeto que se detecte desde la Tierra. De esta forma se detecta Rama, un extraño asteroide que, gira a un velocidad increíble y que, según todos los cálculos no volverá a pasar jamás por el sistema solar.Pero lo más inquietante se producce cuando aparecen indicios de que Rama pueda ser artificial, con las implicaciones que ello conlleva.

Del mismo autor, pero anterior (1968) también me recomiendan "2001: Una odisea en el espacio". En realidad, Odisea espacial es una saga que consta de cuatro títulos y la idea de la que surge es un relato corto de Clarke, "El centinela". Curiosamente, la novela se escribió paralelamente a la realización de la película y se publicó después de su estreno. Otro título que mencionáis es "Cánticos de la tierra lejana" (1986).

La fundación, de Isaac Asimov (1951)
El hombre se ha dispersado por toda la galaxia. La capital del Imperio es Trántor, nido de intrigas y corrupción. Gracias a su ciencia, fundada en el estudio matemático de los hechos históricos y el comportamiento de las masas, el psicohistoriador Hari Seldon prevé la caída del Imperio y el retorno a la barbarie durante varios milenios. A fin de reducir este período de barbarie a mil años, Seldon decide crear una Fundación en un extremo de la galaxia.
El poderío de la Fundación alcanza límites insospechados, su dominio se sostiene en la energía, la religión y el comercio. Sin embargo, la aparición del Mulo, un individuo dotado de poderes paranormales, desafía todas las previsiones. Conquistando planeta tras planeta, le gana terreno a la Fundación de manera vertiginosa. La salvación de la galaxia queda en manos de una Segunda Fundación totalmente secreta y cuyo emplazamiento es desconocido incluso para los dirigentes de la Primera.

También de Asimov, "Los propios dioses" (1972). El propio Asimov declaró esta como su mejor obra. Es la segunda parte de «Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano» y cuya trama principal gira en torno a una conspiración de alienígenas que habitan un universo paralelo moribundo, con el propósito de convertir el Sol en una supernova y poder colectar la energía resultante para su propio uso y continuidad de su forma de vida.

Otros títulos destacados de este autor, el que más me habéis recomendado junto con Phillip K.Dick, son "Yo, robot", una serie de relatos cortos donde se establecen y plantean las tres leyes de la robótica, y "El fin de la eternidad", que nos cuenta la historia de una sociedad capaz de realizar viajes en el tiempo.  Si queréis un primer encuentro con el autor, pero no os atrevéis con una novela, tomad nota de estos dos relatos cortos: "La última pregunta" y "La última respuesta".

Ubik, de Philip K. Dick (1969)
La novela Ubik narra una historia en la cual, con la aparición de grandes compañías especializadas en psiquismo y de un estado de vida suspensa después de la muerte, se crea un estado de realidad erosionada.

En realidad, del bueno de K.Dick me han recomendado todo, pero como ya os he hablado de él en más ocasiones, hoy pongo otro título. Uno de los mejores representantes del género, una imaginación brillante y una capacidad de crear ciencia ficción brutal. En hollywood lo saben bien, por eso hay multitud de películas basadas en su obra, mi preferida es "Blade runner".

Hyperion, de Dan Simmons (1989)
Esta novela presenta un futuro en el que la humanidad ha colonizado docenas de mundos en la galaxia y domina el teletransporte y los viajes espaciales a velocidades superlumínicas. 

No la he leído, pero me la habéis recomendado tantas veces que no tardaré en hacerlo. Creo  que, de hecho, ha sido la novela más recomendada de todas. Es la primera de una saga de cuatro novelas. Curiosamente, según leo, el primer escrito de Simmons sobre este universo es un relato corto: "Remembering Siri".


El juego de Ender, de Orson Scott Card (1985)
La Tierra se ve amenazada por una raza extraterrestre, los insectores, que se comunican telepáticamente y consideran no tener nada en común con los humanos, a quienes pretenden destruir. Para vencerlos es necesario una nueva clase de genio militar, y por ello se ha permitido el nacimiento de Ender, lo que constituye, en cierta forma, una anomalía, pues es el tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limitado estrictamente a dos el número de descendientes. El niño Ender deberá aprender todo lo relativo a la guerra en los videojuegos y en los peligrosos ensayos de batallas espaciales que realiza con sus compañeros.

De la saga de Ender me recomendáis, además, "La voz de los muertos" y algunos también os aventuráis con "Ender el xenocida". No he tenido tiempo aún de leerlos, pero están en mente. Personalmente, "El juego de Ender" me encantó y creo que es uno de esos libros que hay que leer. Además, esto ya es una opinión muy personal, me gustó significativamente que tuviera un pequeño guiño distópico entre sus páginas.

Dune, de Frank Herbert (1965)
La historia comienza a más de 20.000 años en el futuro, en nuestra galaxia, en un gran imperio galáctico de estructura feudal. El Imperio se divide en cuasi-feudos o señoríos planetarios que son controlados por familias nobles, conocidas como Las Grandes Casas. La historia se desarrolla alrededor del joven Paul Atreides, heredero del ducado de la Casa Atreides.

Ganadora de los premios Hugo y Nébula, los más prestigiosos del género (de hecho, casi todas las obras aquí mencionadas cuentan con uno de ellos). La saga cuenta con seis títulos, aunque fue concebido inicialmente como una trilogía.

Las estrellas de mi destino, de Alfred Bester (1956)
En el siglo xxv, cuando las técnicas de teleportación han cambiado de forma radical la sociedad de la Tierra, un hombre motivado por pasiones extremas emprende un carrera desesperada por cambiarse a sí mismo. 

Aunque Bester ganó el Hugo con "El hombre demolido", que también me habéis mencionado, la más recomendada ha sido esta. No la he leído, pero la sinopsis me ha entusiasmado, así que no tardará en caer. 

El señor de la luz, de Roger Zelazny (1986)
Por su argumento, más que ciencia ficción me parece fantasía, pero la reseña que os enlazo me ha parecido tan entusiasta que lo añado para que no se acabe por perder en el olvido esta recomendación.

El Marciano, de Andy Weir (2011)
La historia sigue a un astronauta estadounidense, Mark Watney, que queda varado solo en Marte, debiendo improvisar con el fin de sobrevivir.

Criptonomicón, de Neal Stephenson 
Criptografía y matemáticas, contadas en dos líneas temporales: la II Guerra mundial y el presente. Tiene hasta un cameo de Alan Turing, no digo más. Como a cualquier "teleco" que se precie, me pierden las matemáticas y la criptografía, así que no puedo más que sumarla a la lista. Otro título de este autor que me habéis recomendado es "Snow Crash", que por lo que he leído estaría englobada dentro del subgénero cyberpunk.

La tierra permanece, de George R.Stewart (1949)
Premisa: la inmensa mayoría de los seres humanos han sucumbido a una plaga y sólo algunos, resistentes a ella, han logrado sobrevivir. Ciencia ficción post-apocalíptica en toda regla.

Serie de Miles Vorkosigan, de Lois McMaster Bujold (1986)
Se trata de una saga de novelas e historias cortas que tienen lugar en un mismo universo. Esta autora, la primera fémina de la lista, cuenta con la friolera de cinco premios Hugo y dos Nébula, así que habrá que leerla con urgencia.

Los desposeídos, de Úrsula K. Le Guin (1974)
Shevek, un físico brillante, originario de Antares, un planeta aislado y "anarquista", decide emprender un insólito viaje al planeta madre Urras, en el que impera un extraño sistema llamado el "propietariado". 

No la he leído, pero se acaba de colar en mi lista de lecturas pendientes. Dicen que es una utopía, a mi su reseña me ha dejado un ligero sabor a distopía. Como curiosidad, ganó el premio Prometheus Half of Fame en 1993, un año antes que "Nosotros" de Yevgeni Zamiatin. Tiene muy buena pinta, eso sin duda.

Otra obra de la misma autora es "La mano izquierda de la oscuridad", con un argumento bastante controvertido: trata del género y la sexualidad a través de los ojos de un terrestre llegado al planeta Invierno, colonia en la que los habitantes han mutado a hermafroditas capaces de cambiar de sexo.

La radio de Darwin, de Greg Bea (1999)
Cuenta la historia de la evolución humana y como un virus puede causar cambios en las diferentes especies, desde el punto de vista de los principales personajes del libro.

Crónicas marcianas, de Ray Bradbury(1950)
Serie de relatos cortos que narran la llegada a Marte y la colonización del planeta por parte de los humanos. De Bradbury también me recomendáis "Fahrenheit 451", pero la dejo fuera porque ya estuvo en el resto distópico. 

Visión ciega, de Peter Watts (2006)
El 13 de febrero de 2082, más de 65.000 sondas de origen desconocido aparecieron alrededor de la Tierra, dispuestas en una red esférica para cubrir toda la superficie del planeta. Con un destello simultáneo, se desintegraron en la atmósfera... y enviaron una señal al espacio. Alguien acababa de hacernos una foto.

Mundo anillo, de Larry Niven (1970)
En el año 2850, cuatro exploradores (dos humanos y dos alienígenas) son elegidos para explorar un misterioso "mundo anillo", una enorme estructura artificial en forma anular que rodea una estrella. La historia ocurre en un universo tecnológicamente avanzado, donde la teleportación instantánea y los cascos de naves espaciales indestructibles son una realidad.

Como curiosidad, ganó los premios Hugo, Nébula y Locus del año 1971; es una de las pocas novelas de ciencia ficción que ha logrado tal triplete de galardones.

Excesión, de Iain M. Banks (1996)
En la novela la entidad política más poderosa de la galaxia es una utopía anarquista poblada mayoritariamente por humanos y máquinas pensantes. Estos humanos están modificados genéticamente, de modo que entre otras cosas pueden vivir más de 300 años sin apenas envejecer.

El núcleo del caos, de Colin Kapp (1972)
Podéis encontrar una reseña estupenda aquí. Me ha parecido que tiene un argumento muy interesante, diferente como poco.

Tierra, de David Brin (1991)
Tierra se desarrolla en el año 2038, la Tierra sufre superpoblación superando ya los 10 mil millones, los recursos naturales son escasos, y mucha gente piensa que la población está al borde de un accidente masivo. La población mundial está al borde de la hambruna, que sufre los primeros efectos del calentamiento global.

La guerra de las salamandras, de Karel Capek (1936)
En esta novela Čapek narra mediante múltiples personajes los sucesos que preceden el descubrimiento de las salamandras gigantes identificadas por los científicos como Andrias scheuchzeri, deteniéndose en la reacción de la prensa, en las respuestas que intenta la comunidad científica y en la oportunidad que ven los empresarios para utilizarlas como mano de obra barata. 

La historia de tu vida, Ted Chiang (2003)
Colección de relatos cortos de este escritor, informático de profesión, que pese a no dedicarse profesionalmente a la escritura ha cosechado numerosos premios y cuenta con gran prestigio en el género.

Neuromante, de William Gibson (1984)
Un futuro invadido por microprocesadores, en el que la información es la materia prima. Precursora del subgénero cyberpunk y ganadora de los premios Hugo y Nébula. Como curiosidad, se dice que el término "ciberespacio" fue utilizado por primera vez en esta novela.

La máquina del tiempo, de H.G. Wells (1895)
Todo un clásico que no podía faltar en esta lista, sobre todo teniendo en cuenta que H.G. Wells está considerado como uno de los padres de la ciencia ficción.

También me habéis hablado de Ready Player One, de Ernest Cline (2011). Esta en concreto ya la propuse para el reto distópico, así que la dejaré fuera. Pero sigo recomendado su lectura. De hecho, se ha convertido en mi regalo de cumpleaños estrella.

Durante mi investigación, he encontrado este títuloTodos sobre Zanzíbar’, de John Brunner (1968). Me ha llamado la atención su argumento: a principios del siglo XXI, el planeta Tierra es una bomba a punto de estallar. Los niveles de sobrepoblación han alcanzo niveles inimaginables, por lo tanto es necesario promover leyes eugenicas, como el control de la natalidad obligatoria y la manipulación genética forzosa. A mí me huele a distopía, pero ya me diréis...

Por último, no me quiero dejar a la precursora del género: "Frankenstein" de Mary Shelley (1818).  Aunque el mismísimo Asimov reconoce que "Somnium" de Johannes Kepler (1634) es el primer relato de ciencia ficción como tal (narra la historia de un aventurero que viaja a a la Luna), todos los expertos reconocen la obra de Shelley como la que marcó un antes y un después en el género. Y yo he querido hacerle un justo reconocimiento por ello.


Como veréis, tenemos un poco de todo. Clásicos de la ciencia ficción, títulos más desconocidos, más novedosos, relatos cortos. Historias de viajes en el tiempo, de sociedades distópicas, de aventuras espaciales, post-apocalípticas... Si no encontráis nada de vuestro agrado en esta lista, siempre podéis enviarme vuestra sugerencia (o plantearos que tal vez no os guste este género). Y si os ha llamado la atención alguno de estos títulos y os apetece leerlo, ¿a qué esperáis para sumaros al #retoscifi? 

Participar es muy fácil. Tú decides qué libro quieres leer, elige un título de la lista y publica un tuit que incluya el título del mismo y la etiqueta #retoscifi, por ejemplo "#retoscifi #viajealcentrodelatierra". Utilizando esas mismas etiquetas, a lo largo de tu lectura, puedes hacer comentarios sobre la novela o dejarnos tu opinión final sobre la misma.

Heri ya mwaka mpya


Parece mentira que hayan pasado ya dos meses desde que regresé de Tanzania. Cuatro veces el tiempo que pasé allí y, sin embargo, que poco necesitan algunos lugares para quedarse grabados para siempre en nuestra memoria.

Antes recibí un mensaje de Juma, Marbella para los amigos, contándome cómo van las cosas por Zanzíbar. Me decía que seguían con problemas, el gobierno se niega a aceptar el resultado de las elecciones que tuvieron lugar hace dos meses, justo cuando estuvimos allí, y la gente está enfadada. Nos escribimos de vez en cuando. Me cuenta cosas de su familia y de su trabajo como guía turístico, me da recuerdos, se interesa sobre la vida en España. Me gustan estos pequeños goteos de información. Me gusta no irme del todo de los lugares que me gustan, no perder el contacto. Siempre fui muy dada a enviar postales, desde pequeña. Supongo que es una forma como otra cualquiera de llevarte un pedacito de los sitios que visitas. Al final los lugares no son más que escenarios, lo de verdad, lo que los hace ser son las personas. Por eso tengo direcciones postales, o números de teléfono en estos tiempos modernos, repartidos a lo largo y ancho de este planeta nuestro. Son mis mejores recuerdos.

Sin embargo, tiene algo especial África. El miércoles recibía un correo de Francisco, la pequeña locura que le llevó a sortear un viaje a Tanzania para recaudar fondos para nuestros queridos niños de Amani llegaba a su fin. Creo que se puede decir que ha sido un éxito rotundo aunque, como él mismo decía en su email, es sorprendente la cantidad de gente que no llega a inmutarse si quiera ante estas cosas. Cierto es que, cuando recibí el correo de Catina, no dudé ni un sólo instante en apuntarme a su proyecto en Teaming. No tardé mucho más en avisar a todos mis familiares y amigos de la iniciativa. Los resultados fueron fatídicos. Apenas logré que tres personas se sumasen, lo cual me parece trágico en tiempos en los que un euro al mes representa poco más que un café. Supongo que es lo que tiene nuestra sociedad: estamos sobreinformados. Ahora conocemos de primera mano demasiadas historias que nos conmueven, tantas que al final no lo hace ninguna. La pena nos dura el mismo tiempo que tardan los informativos en cambiar de titular.

Siento que escribo este post desde la nostalgia, pero también desde la impotencia. Vivimos anestesiados. Es la nuestra una sociedad con prisas, en las que nada parece tener valor una vez que ha perdido la etiqueta con el precio. Estas navidades he visto a niños recibir más regalos de los que podían abrir, por parte de personas que pensaron que donar un euro al mes a cuarenta huérfanos tanzanos era innecesario porque "si tuviera que dar un euro a cada persona que lo pasa mal...". Sé que es cierto, pero se basa en un planteamiento erróneo. No se trata de que uno ayude a todos, se trata de que entre todos hagamos de este mundo un lugar más justo.

Mientras tanto, sigo dándole vueltas a la cabeza, buscando la manera de hacer más por quienes tienen menos. A ratos me siento terriblemente egoísta por no dejar todo lo que tengo para irme a esa pequeña aldea de Arusha a ayudar. Quizás sólo sea una cobarde. O puede que sean los efectos de la anestesia.