La carne rebozada fría no vale nada para ellos. La tiran a la basura con desprecio y regresan al interior del edificio sin tan siquiera pestañear cuando nosotros, desesperados y hambrientos, nos arrojamos sobre el contenedor como animales. A veces se asoman por la ventana cuando todo ha terminado para ver el resultado de la pelea. Los cadáveres, casi siempre desnudos, son retirados de inmediato. El canibalismo está prohibido, pero el hambre puede más que el miedo. Los heridos y moribundos se quedan allí tendidos, suplicando clemencia. Los demás regresamos a las alcantarillas de inmediato. Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros.
Ganadora semanal "Relatos en cadena"
7 comentarios:
O___O
woow que mente!
saludos
jejeje qué bien!! ganadora :))) besotesssss :)))
Escalofriante guarnición de carne con aliños de muerte y salpicón de vida.
Y una vez mas, ganadora!!! :)
¡Enhorabuena!
Nunca hay que perder la fe en los milagros :)
Enhorabuena!! :)
Me recordó a un libro de Paul Auster, El país de las últimas cosas. Tiene el mismo ambiente desolador...
Besos!
¡Otra vez! ¡Lo hiciste! ¡Enhorabuena!
Te admiro, que lo sepas :D Suerte para la final mensual.
Besos.
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