Carta abierta a Andrea Fabra

Querida Andrea,

 ¡Gracias! Gracias de verdad por tus palabras. Sé que sonará raro que yo, una simple proletaria, te de las gracias por tu ya famoso “que se jodan” pero creo, Andrea, que tu exabrupto ha sido clarificador. Gracias a tus palabras ahora sabemos lo que piensas realmente de esos ciudadanos a los que juraste representar en el Congreso y sospechamos lo que piensan los diputados que, como tú, aplaudían fervientemente los recortes que el presidente anunció el pasado miércoles.

Permíteme añadir que, personalmente, me pareció poético. Cuando os vi aplaudir con tanta pasión el fin del Estado de Bienestar, no pude evitar recordar los dos minutos de odio que George Orwell imaginó para su novela “1984” y entonces lo supe: nunca habías sido “populares”. Siempre fuisteis “El partido”, a secas.

No sé si habrás leído este libro, pero hay un punto de la historia en el que O´Brien (personaje que, estoy segura, te encantaría) dice esta frase:  

“El Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro.”

Creo que es una frase que resume perfectamente la política actual de nuestro país. Opino, también, que es la idea que trataste de trasladarnos tan torpemente el pasado miércoles. En realidad, a vosotros no os interesa el bienestar de los ciudadanos. Os interesa tan solo el poder. Ese poder casi vitalicio que tu propia familia ostenta, ese poder con custodia compartida que os pasáis los unos a los otros cada cuatro años, ese poder que os mantiene al margen de la ley, al margen de recortes o crisis. No creo que se trate de dinero, tengo la sensación de que es más la certeza de poder hacerlo. De poder robar dinero público, mentir, quitarnos nuestros derechos y salir siempre impunes.

Pero hay una cosa que, seguramente, no hayas pensado: somos más. Nosotros, los proletarios, somos este país. Sí, de verdad. Aunque no lo creas, Andrea, nosotros hacemos que esto funcione. Nosotros somos esos trabajadores sin rostro que contribuyen cada día a que los transportes, hospitales, centros de enseñanza, empresas públicas y privadas, servicios de limpieza… se pongan en marcha cada día. Esos desempleados de los que hiciste mofa el miércoles son parte del proletariado, de nuestra casta si lo prefieres. Y con tus palabras has conseguido encender la chispa que hacía falta para que lo comprendiésemos. Porque, tengo que reconocerlo, habéis hecho un trabajo excelente durante estos años haciéndonos olvidar eso: que somos proletarios, que somos legión. Estábamos tan ocupados culpando a los colectivos que nos ibais señalando que no vimos el dedo. El dedo que siempre apuntaba a otros para eludir las responsabilidades, para evitar asumir su culpa.

 Te lo repito, Andrea: gracias. Nos has hecho un favor a todos. Nos has devuelto la conciencia de clase que creíamos perdida. Nos has puesto en nuestro sitio. Pero recuerda, Andrea, solo los que están en alto pueden caer. No lo olvides.

Pd. Te recomiendo que leas algo sobre María Antonieta. Creo que encontrarás su historia interesante. Presta especial atención al final, es la mejor parte.

Atentamente,

Una proletaria orgullosa de serlo.

6 comentarios:

BeatrizBulsara dijo...

Muy grande y muy real. Impresionante, sin palabras Sara.

Sara dijo...

Muchas gracias, Beatriz!

Jo dijo...

Nome extraña que esa "clase de pol;iticos: se esté diseminando no sólo por europa.... alla tienen a andrea fabra
en méxico tenemos a paulina peña
parece que ambas tienen como que esa "conciencia de clase" vaya clase...

Sara dijo...

Leí los comentarios de Paulina también. Es vergonzoso. Han crecido alejadas de la realidad e insultan a quien las ha colocado en la posición que ostentan.

Rebeca Gonzalo dijo...

Con tu permiso lo comparto en Facebook y en Twitter. Se puede hablar más alto, pero no más claro.

Yandros dijo...

Maria Antonieta jaaaaaajajaja que me meooooooooo