Verde (Primera parte)

Para María.
- Si cruzas, puede que no volvamos a vernos.


El chico de la camiseta verde tuerce la sonrisa con picardía. La chica de la diadema roja le mira directamente a los ojos, con una penetrante mirada ámbar que no está acostumbrada a perder. El chico se da la vuelta y deja que el semáforo vuelva a ponerse en rojo. Solo entonces, ella sonríe.
Cierra su bloc de notas, guarda el bolígrafo verde con el que escribe y se incorpora con un pequeño saltito.

- Hoy me llamo Verde, ¿y tú?
- ¿Yo? Bueno, yo soy Javi... hoy y siempre. ¿Qué clase de nombre es Verde? ¿Qué hacías ahí sentada?
- Preguntas demasiado, Javihoyysiempre. ¿Siempre haces lo que se espera de ti? Yo prefiero improvisar, ¿sabes? Un banco junto a un paso de cebra, ¡qué maravilla! Era probable que, tarde o temprano, pasara alguien interesante.

El chico de la camiseta verde, Javihoyysiempre, observa perplejo a Verde que, consciente del desconcierto que acaba de provocar al chico, ha abierto de nuevo su bloc de notas. Es un cuadernito pequeño, con cuadros de colores y unas brillantes anillas anaranjadas. Lo hojea con tranquilidad, mientras Javi, muy quieto, analiza con detenimiento cada centímetro de su cuerpo.
Verde no es muy alta, rondará el metro sesenta y cinco aproximadamente. Tiene unos ojos enormes, entre marrones y ámbar, con densas pestañas negras enmarcándolos. Su nariz está cubierta de pequeñas pecas que salpican, también, la pálida piel de sus brazos. Su pelo es negro, muy liso y corto. El flequillo le llega hasta las cejas, dando un aire infantil a su ovalado rostro. Las orejas quedan al descubierto gracias a la fina diadema roja que recoge su media melena. Lleva una falda vaquera por la rodilla, unas zapatillas rojas y una camiseta de tirantes negra.
Javi piensa que, seguramente, si la chica no hubiese hablado, no se habría percatado de su presencia. También piensa que no tiene nada de verde, que no tiene nada de lógica estar de pie mientras una desconocida pasa hojas de su cuaderno y que, seguramente, llegue tarde a su cita. Ruth le va a matar si vuelve a hacerla esperar... pero Javi no se mueve.
Verde ha encontrado lo que buscaba y muestra, eufórica, su hallazgo a Javi. Él observa, sorprendido, el dibujo que hay en ella. Se trata de un monigote mal hecho, con una enorme cabeza redonda y un cuerpo claramente desproporcionado. Esta todo pintado con bolígrafo azul, salvo la parte del tórax, dibujada en color verde. Junto al monigote, un palo con un rectángulo encima. Dentro del rectángulo, un círculo verde.

- ¿Qué se supone que es esto?
- Eres tú. Lo dibujé el otro día, cuando me llamaba Azul. Cuando te he visto a punto de cruzar, he sabido que eras tú... creo que el destino quiere que nos conozcamos. ¿Tú crees en el destino?

Tras formular la pregunta, Verde arranca la hoja del cuaderno y se la tiende a Javi, que la coge con recelo. La mira a los ojos y suelta una carcajada... pero Verde no se ríe, entonces, Javi comprende que la pregunta va en serio.

- No, no creo en el destino. Creo que todos creamos nuestro camino a través de nuestras acciones... y también creo que, si sigo hablando contigo, voy a llegar tarde de nuevo. Lo siento mucho, tengo que irme.
- Ya, ya lo sé. Tienes que buscar tu destino. Ha sido un placer, Javihoyysiempre. Creo que volveremos a vernos, ¿sabes? Puede que me llame Amarillo, Rosa, Naranja o Añil... pero seguiré siendo yo. Sin embargo, tú ya no serás el mismo. No se puede ser uno mismo cuando no se sabe quién eres.

Javi, sin comprender ni encontrar respuesta a esa última frase, cruza la calle y se aleja de Verde, lleva su dibujo guardado en el bolsillo trasero del pantalón. Ella regresa a su banco, cruza las piernas, abre su bloc y sigue dibujando su destino...
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Aún estás a tiempo de participar en el concurso.

6 comentarios:

Dara dijo...

Él volverá, y será un color para ella.


Un miau grande, princesa.

celemin dijo...

Esta conversación me recuerda algo, pero no se qué...
Tal vez a Alicia en el país de las maravillas...

Anónimo dijo...

Hay historias que te dejan huella, las recuerdas, recuerdas a sus personajes, las lees una vez tras otra (hasta que casi te las aprendes de memoria).

Hay historias que te gustaría haber escrito a ti...

Verde es buena de principio a fin. Es una buena idea perfectamente desarrollada y que no es que cobre sentido, es que lo tiene. Verde es una historia sin adornos ni florituras, cuando la leí por primera vez no pensé que fuese un relato que se tarda días en escribir, pensé que era uno de esos que te salen de sopetón. Un sinfín de borbotones de palabras que dejas salir, que después lees, disfrutas, y te das cuenta de la maravilla que has creado.

Sí, siempre creí y sigo creyendo en Verde. Se me quedó grabada desde el primer momento y, también, sentí y siento envidia (de la más sana que pueda haber) de que no sea una historia mía. Pero eso no es malo, sino todo lo contrario.

En su momento te pedí poder imprimírmela para guardarla y ayer me puse a buscarla. Quería contarte que no es una de esas cosas que todavía tengo dentro de un sinfín de cajas tras la "mudanza" de hace casi un año, sino que me la traje dentro de una caja enorme de color blanco y circulitos de varios tonos de azul.

Hasta ahora (ya sabes los problemas que me dan desde hace tiempo los spaces de msn...), sólo podía decir "mira, lee esto", a quién viniera a mi casa o con quién me fuese a tomar un café (que lo he hecho), ahora... tengo un link directo a un sitio de fácil acceso... ;)

Para ti un sinfín de besazos, para los que se pasen por aquí y lean Verde... ¡qué disfruten! (que de verdad sepan apreciar lo que esta historia cuenta, significa y transmite.

Anónimo dijo...

Hmmm... ya te he dicho muchas veces que eso de dejarme con la intriga está muy feo, lo que pasa es que no te debes querer acordar...

Bueno, te perdono porque sé que merecerá la pena la espera, porque en tu caso siempre la merece.

P.D. Necesito que me hagas un favor. Déjame tu dirección de e-mail en un comentario (que no publicaré) o mándame directamente un e-mail a la mía (que sale en mi perfil de blogger), ¿vale?

Más besazos ;)

Lauriña dijo...

Llego hasta aquí por un enlace en el blog de María, me suena lo que leo y me hace gracia reconocerme en lo que dice en el comentario porque el café se lo tomó conmigo.
A mi también me gustó muchísimo la historia, pero a mí más la segunda parte, creo que la del armario. Shhhhhhhh! No digo más, jaja.

Lauri.

Bruja24 dijo...

Verde... el color de la felicidad.
El comienzo promete.
A mi el dialogo entre los personajes me ha traido a la cabeza "desayuno con diamantes" Espero impaciente la continuación...
Besos!!