Treinta



No sé qué será de mí mañana. Supongo que los mismos ojos que hoy me observan desde el espejo me verán despertar, la misma boca que hoy esboza una sonrisa mañana bostezará y estos pies que ahora se descalzan mañana pisarán desnudos el suelo de mi cuarto a la misma hora a la que lo hicieron hoy. Y después me empezará a vestir la treintena. Qué más darán las cifras a estas alturas. Seré yo, la de hoy, la de antes de ayer. La que hace justo un año se enfrentaba a unos veintinueve inciertos, los mismos que hoy se me escurren entre los dedos. Los que amanecieron cubiertos de los pedazos de aquel futuro que se me rompió tras un mal golpe. Poco imaginaba yo que de aquellas ruinas saldrían estos cimientos. Mucho más sólida hoy que entonces, más ubicada. Los veintinueve me trajeron una brújula que parece apuntar siempre a mi sonrisa. Ya entendí que la felicidad consiste en estar en el lugar en el que quieres estar. Y ya. Ese era el secreto: que no eres donde pisas, eres tus pies. Que tu única frontera está en el contorno de tu piel. Por eso ahora me asiento en mí misma y he dejado de tener vértigo desde entonces. Será que ya no me mueve viento ajeno. Será que hice de mis piernas raíces. Que sólo cuando no necesitas que nadie te sostenga puedes empezar a perder el equilibrio en abismos ajenos. Cerrar los ojos, lanzarte al vacío. Saber que los futuros son bellos porque son inciertos y no tratar de hacer con ellos presente. Que los años sólo suman pasado. El ahora no entiende de edades, ni de aniversarios, ni de calendarios. Entiende de experiencia, de recuerdos, de aprendizaje... Entiende que, para ser quien soy ahora, tuve que vivir todo lo que me hizo llegar aquí. A este punto preciso, a este instante justo. Enraizada sobre unos pies que hoy pisan tierra firme y que mañana, quién sabe, tal vez aprendan a volar...

2 comentarios:

SamFdz dijo...

Un texto precioso. Y muchas felicidades :)

Pedalier dijo...

Cuando éramos adolescentes llegar a la frontera de los treinta suponía algo muy lejano y con cierto halo decadente.

Una vez traspasada esa frontera de la treintena también hice repaso. (http://pedalier.blogspot.com.es/2009/11/2-siglos-4-decadas-y-30-anos_20.html)

Sólo diré nunca me he sentido más seguro de mi mismo y con las cosas más claras. Así que, me alegro que tu futuro se asiente en esas fuertes raíces que son tus "greenpeeptoes".

Muchas felicidades.

Nos leemos.